Siempre hemos relacionado a los gatos con supersticiones,
pero en aquella época los sabios, filósofos y escritores veneraban a los gatos
y siempre tenían alguno. Todo gracias a Charles Bandelaire conocido como el “Poeta Maldito”, quien después de vivir
momentos difíciles y de soledad apunto estuvo de suicidarse y un gato callejero
que lo visitaba a menudo le salvó la
vida. El poeta empezó a dedicarle y a escribirle poemas al gato y a partir de
entonces el gato fue símbolo de salvación para todos los pensadores.
Uno de los poemas de Bandelaire dedicado al gato aunque
traducido al castellano:
El Gato
Ven, bello gato, ven, amansa mis
enojos ,
por un momento esconde las uñas de tu pata
y deja que me hunda en tus dos bellos ojos
mezcla de metal y de ágata.
Cuando mi mano acaricia
tu lomo elástico y tu cabeza,
y siente la profunda delicia
que hay en tu eléctrica pereza,
a mi amante parece que agudo.
Su mirar es, ¡oh bestia amada!,
profundo y frío como un dardo.
Y desde la cabeza a los pies
un aire sutil ella es una
nocturna encrucijada.
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