martes, 11 de junio de 2013

Hablemos del Silencio

               
                                                                                                         

¿Qué es el Silencio?             


A primera vista parece una pregunta sencilla. La mayoría de nosotros diríamos que el silencio es, pues eso, quedarse callado, no pronunciar ni una sola palabra o ruido. Y en parte, así es.

Pero el silencio, además de ser la completa ausencia de palabras o ruidos, es algo mucho más profundo.

Cuando permanecemos en silencio, no sólo permanecemos callados, sino que abrimos la puerta para escucharnos a nosotros mismos.
Al observar esa puerta, muchos sienten miedo porque se revela ante ellos algo desconocido, y deciden huir, volver al bullicio. Y empiezan a hablar y a hablar, sin tener casi siempre nada que decir, para que esa sensación de “vacío” que de pronto se alza ante ellos desaparezca.

Pero también otros, se atreven a tomar su picaporte, abrirla y cruzarla y, para su sorpresa, al otro lado no hay ningún “vacío”, sino que están ellos mismos.
El Ser estaba esperando a ser descubierto.

Al estar en silencio percibimos nuestros pensamientos y reflexionamos a cerca de ellos. Nos convertimos en observadores de todo lo que se nos viene a la mente y, por consiguiente, descubrimos que nosotros NO somos ni nuestra mente ni nuestros pensamientos.

Y esto es un gran descubrimiento, ya que los seres humanos tendemos a identificarnos con nuestra mente y con todo el huracán de juicios y emociones que por ella transcurren. Y nada más lejos. 
Nosotros somos quien observa, no lo observado.

Cuando aprendemos a estar en silencio y nos convertimos en observadores de nuestra mente, ésta pierde su cualidad compulsiva, que está formada básicamente por la constante tendencia a juzgar y a resistirse a lo que es, creando así un conflicto, drama y más dolor. De hecho, en el momento en que terminas de juzgar y aceptas lo que es, eres libre de la mente, y has comenzado a crear un hermoso espacio para el amor, la alegría y la paz interior.

Convertirnos en observadores de nosotros mismos es descubrir la esencia que nos hará más plena y feliz la existencia.

Y lo mejor de todo, es que para lograrlo solo tenemos que aprender a guardar silencio y atrevernos a abrir esa puerta que nos conducirá a la calma infinita!

                                               ¡¡¡Fijaos si es importante el Silencio!!!

      "Para mí, escuchar al silencio quiere decir escuchar al otro, ponerse en su lugar, tratar de comprenderlo para, desde ahí, resolver con la palabra los conflictos que hayan podido surgir" (Joaquín Pertierra)












(Algunas frases recogidas de escritos de Eckhart Tolle)




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